Sandra Monjarás
La veo dispersa, y me imagino lo que siente después de cinco años trabajando en el aeropuerto, recibiendo y despachando a tantos viajeros de todo el mundo con sus diferentes historias. No puede dejar de pensar en sus rostros que entusiasmados se disponían a pasar las fiestas con sus seres queridos mientras ella les deseaba buen viaje. Recuerda a detalle lo que platicó con algunos de ellos antes de que embarcaran. Yo traté de advertirle, le pedí que revisaran más a detalle el equipaje pues yo sabía que algo no estaba bien, pero ella no quiso escuchar, me dijo que las multas por demora son muy costosas. Dos horas más tarde de la salida recibimos la noticia: el vuelo 103 de Pan Am había explotado en el aire cayendo sobre Lockerbie en el Reino Unido. Ahora, ya no mira la cara de quienes embarcan, tampoco se atreve a mirarme a mí.
¡Muy bien Sandra!
ResponderBorrarMuy buen relato corto que todavía puede hacerse más corto, por ejemplo, podría comenzar donde dice "Yo traté..." y se entendería perfectamente bien.
Felicidades